sábado, 18 de octubre de 2008

Sumara Bortham, la espía


Después de cientos de enfrentamientos mundiales, cientos de guerras, rebeliones, cambios climáticos y epidemias, el ser humano, el cual ocupaba gran parte del planeta, vio reducida su población tan sólo a pequeños grupos localizados, tan distanciados entre ellos que llegaron a pensar que estaban solos en el mundo.
Llegado ese momento, y tras el resurgir lamentable de una raza en un punto crítico de autodestrucción, llegó a desarrollarse y establecerse la Segunda Era.
Durante cientos de años los humanos supervivientes establecieron la Neosociety, la Nueva Sociedad. Esto logró aportar al planeta Tierra y a sus recientes supervivientes otra oportunidad para su recuperación.
Así fue y así se logró,
todo aquello
que el humano fue,
todo aquello
el humano consiguió dejar de serlo.
Se estableció un sistema económico, político y social totalmente adaptado a la Segunda Era. El humano había conseguido aprender de todos los errores y fracasos que le precedieron durante millones de años de evolución.
Los continentes dejaron de ser cinco pasando a quedar únicamente cuatro. El continente, que según ha podido investigarse, desapareció bajo las aguas, al que inmensos maremotos y movimientos de tierra no cesaron de golpearle hasta arrebatar el último palmo de terreno, fue el Continente Europeo.
Tanto lloró nuestra pobre raza, tantas lágrimas, lamentos, tantas miserias y penurias, miedos, arrepentimientos... fue tanto lo vivido, tanta la crudeza y tan dura la propia realidad encontrada cara a cara, reconocida como una imagen nítida de espejo, que la Neosociety se impregnó, se tatuó en cada uno de los pocos habitantes localizados en un punto en el norte del que llamamos continente Asiático. Tan cerca del infierno estuvieron que estaban dispuestos a desarrollar cualquier técnica de defensa ante posibles amenazas que pudieran desestructurar la tan querida, la tan admirada y respetada Neosociety.
El ser humano volvió a desarrollarse, a crecer en espacio, comenzó a ocupar cada vez más territorio y a establecer sorprendentes contactos entre los demás grupos del resto del planeta.
Los grupos que se fueron encontrado intercambiaron sus nuevas ideas y metodologías de tal forma que todos ellos reconocieron que vivían en una Segunda Era y que también habían desarrollado una Neosociety.
La humanidad avanzaba hacia el futuro a pasos agigantados*. Consiguió compactarse de nuevo alcanzando el éxito, habían conseguido una estabilidad sostenible y lograron encontrar el equilibrio entre ellos y todo lo demás. Al contrario de lo que se pudiera pensar, todo ese equilibrio no les hizo bajar la guardia, pues siempre había quien sostenía la teoría de que en algún momento podrían ser víctimas de nuevas amenazas. No querían bajo ningún concepto, ninguno, perder a Neosociety, su más querida madre, la más querida amante, amiga, hija, hermana, abuela, maestra... la siempre amada Neosociety.
Con el fin de protegerla se inició un proyecto al que llamaron Proyecto Ser. Consistió en desarrollar mediante técnicas científicas un ser, un ser humano. El Humano.
Científicamente, a partir de la Segunda Era el hombre evolucionó en una dirección totalmente distinta a la que había provocado el fin de la primera era. Habían conseguido llegar a campos impensables del conocimiento, casi irracionales, mucho más cercanos a lo que podríamos entender como Magia, pero tan solo era conocimiento, conocimiento del medio investigado y desarrollado de manera natural e inteligente.
El Proyecto Ser consistió en dotar a un ser humano, elegido desde el momento en el que es concebido, de características destacables como una capacidad intelectual máxima. Por otro lado y gracias al doctor Ambros, que fue el maestro que inició la investigación Instinto Humano, pudieron llegar a descubrir que al dejar de inhibir el propio instinto, se alcanzaban niveles de comprensión muy altos, así como ligeros indicios de telequinesia y telepatía.
Al Ser se le dotó también de toda la capacidad de instinto, lo que puso punto y final al proyecto. Tras su conclusión habían creado un ser genéticamente perfecto en el cual se reunían las mejores cualidades humanas, sólo las mejores:
El instinto, así llamado tras el descubrimiento e investigación y la inteligencia. Dos impresionantes armas de defensa en un solo ser con todas las cualidades humanas. Un éxito rotundo.
Conocí a Sumara Bortham, ella es un ser. Nadie imaginaba que pudiera conocer a un ser. Un ser no sabía ni que él mismo lo era. El ser entendía que era diferente pero debía callar y tratar de no demostrarlo. Sólo actuaba por instinto y, gracias a su inteligencia, haría lo imposible por defender a Neosociety.
Con seres así en la Tierra Neosociety estaba protegida.
*”Los seres, concebirán más seres y estos a su vez a otros”
Doctor Ambros - Proyecto SER ( S.E. 25 milenio).
Conocí a Sumara Bortham,
ella es un ser.
Nunca me lo dijo,
pero yo lo sabía.
Y bromeando
siempre le decía:
Sumara Bortham la espía.
Informando Teniente en funciones, Naxian.


Naxian huía de la tierra y miles de años después vuelve a ella... que a pasado en el espacio mientras Naxian vagaba sin rumbo aparente ?
Continuará...